En su nuevo curso, las compañeritas empiezan a reírse del cabello de Lucía Ricitos porque es rizado, le dicen: “pelo malo”. La niña se defiende con uñas y dientes y después de una charla con la directora aprende que sus rasgos físicos son únicos, como los de cada persona, y que su pelo no es bueno ni malo sino diferente… y convence a su madre de no hacerle el desrizado nunca más. (Lo encuentras en la Biblio de l@s Niñ@s)