Es Nochevieja, y la pequeña cerillera no se atreve a volver a casa con los bolsillos vacíos. En un callejón, entre la nieve, intenta calentarse encendiendo las cerillas que no ha conseguido vender.
Ante el fuego, su rostro se ilumina, y se reconforta su alma. (Lo encuentras en la Biblio de l@s niñ@s)