Érase una vez, en un reino no muy distante, moderno y computarizado, un príncipe que se preparaba arduamente para ser rey. Aprendió cómo comportarse correctamente en las fiestas del reino, a no correr en los pasillos del palacio, y a ser bueno. Estudió con los mejores maestros de la corte golf, equitación, economía, derecho, historia y geografía. Ahora le llegó la hora de contraer matrimonio. ¿Quién podría ser la esposa de tan noble caballero? Para que el príncipe encontrara su alma gemela, se ofrecieron varios bailes en los que participaron los personajes más distinguidos de la nobleza. Pero algo muy desagradable ocurría en cada encuentro.
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