Lily vivió durante sus casi primeros diez años en una caseta del desierto de Texas. A pesar de la extrema pobreza en que subsistía con sus padres, no tardó en convertirse en una joven maestra de un pueblo situado a 28 días a caballo, lo que supondría el principio de una sucesión de desafíos en una tierra de promesas y a la vez de grandes adversidades.